domingo, 4 de marzo de 2018

DESDE MI TORRE: UN REPASILLO A LA CONSTITUCIÓN (I)


Se habla, y mucho, de la necesaria reforma de la Constitución Española, que está obsoleta en no pocos puntos, y de la que algunos partidos políticos, muy especialmente el PP, no quiere modificar ni una coma. Iniciando su preámbulo, compuesto de siete indicaciones, observamos que la quinta se incumple totalmente: "Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida". Ya me dirán en qué favorece el Gobierno a la Cultura, que se está salvando por las iniciativas privadas -previa rebaja vergonzante de impuestos-, y qué hace el Estado y el Gobierno por la calidad digna de vida de sus ciudadanos. Parece que estos señores no viven en la calle, no las patean, no se informan de cómo viven millones de españoles: niños que sólo pueden hacer una comida al día; abuelos con una pensión mínima que tienen que compartir, para salvarlos, con hijos y nietos; colegios instalados en caracolas sin aire acondicionado y con más ratas que pupitres; pedigüeños y más pedigüeños en las calles que sólo quitaron cuando la llegada de la Expo'92 y las Olimpiadas de Barcelona para no dar la imagen real que nuestro país ofrecía. ¿Dónde una digna calidad de vida? Pues tan solo en la Constitución o en los sueldazos que cobran los diputados del Congreso que, para más inri, dejan casi siempre sus escaños vacíos, porque es más cómodo estar en la cafetería hablando del Madrid y del Barcelona mientras se zampan un desayuno abundante y bien baratito a costa de la calidad de vida de los españoles. Este es sólo un punto del Preámbulo.


Ya en el artículo 1 del Título Preliminar, y tras dos puntos demasiado farragosos, en el tercero y último se nos dice, textualmente que: "La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria".  Y me pregunto que quién votó a la Monarquía, bimonarquía hoy. Quizás España no vuelva a ser republicana, pero de ahí a tener dos reyes, que poco o nada representan, va un abismo: dos casas reales, cuatro sueldos oficiales, cuatro sueldos de representación...


En el Capítulo Segundo del artículo 14 ya empieza a guasear la Constitución, una vez más, cuando se nos pronuncia que "Los españoles son iguales ante la Ley". ¿De verdad? ¿Se cree alguien esto cuando nos levantamos cada día con un nuevo caso de corrupción y cuando observamos que es el mismo Gobierno quien tapa las basuras de sus altos cargos?

Eso no me lo he inventado yo. Está recogido y firmado en la Constitución, ese libro que hay que releer de vez en cuando para darnos cuenta de que tanto el jefe del Estado, como el del Gobierno, nos toman el pelo cuando les da la gana. Ya estoy un poco desanimado con la paciente lectura. Mañana, un poquito más.


No hay comentarios:

Publicar un comentario